Hoy, con la ayuda de los alumnos y alumnas de ESO, terminamos de remover el huerto y formar bien los tres hilos de tierra.
Hace unos días Paco, nuestro vecino, ese señor mayor tan educado y agradable que pasa muchas horas en el parquecito del pueblo y que de tantos temas sabe, porque es mayor y además espabilado, se ofreció a sembrar con nosotros las habas. Así que lo llamamos, se presentó como suele pasarle a los mayores, un poco antes de la hora acordada y nos dio una buena lección sobre siembra. Nos pidió un escardillo, él sólo hizo los surcos para enterrar las habas y después repartió las semilla a cada niño de manera que hubiera tres en cada hueco.
A continuación los niños taparon las habas con tierra, solamente con la ayuda de sus manos y la seño María regó toda la hilera.
Ya sólo nos queda esperar, esperar y regar siempre que sea necesario para que pronto podamos ver nacer las habas.
Otro día, quizás mañana mismo, plantaremos acelgas, rábanos y también lechugas como dice la canción.
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