lunes, 23 de abril de 2012

Novia del campo amapola

 
 
Novia del campo, amapola,
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?
Te daré toda mi alma,
tendrás agua y tendrás pan.
Te daré toda mi alma,
toda mi alma de galán.
Tendrás una casa pobre,
yo te querré como un niño,
tendrás una casa pobre
llena de sol y cariño.
Yo te labraré tu campo,
tú irás por agua a la fuente,
yo te regaré tu campo
con el sudor de mi frente.
Amapola del camino,
roja como un corazón,
yo te haré cantar al son
de la rueda del molino;
yo te haré cantar, y al son
de la rueda dolorida
te abriré mi corazón,
¡amapola de mi vida¡
Novia del campo, amapola,
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola,
¿Te quieres casar conmigo?
 
 
Juan Ramón Jiménez

EL PARQUE TRISTE

Actividad 3: Leeremos y aprenderemos el siguiente poema:

Novia del campo, amapola,
que estás abierta en el trigo,
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?

Juan Ramón Jiménez

Actividad 4: Cuento

Había una vez un parque que durante el invierno había estado triste. Los árboles estaban sin hojas, no había hierba, los niños y las niñas iban poco porque hacía frío, las flores estaban dormidas bajo la tierra (los niños y las niñas se situarán sentados en el suelo, con los brazos alrededor de las piernas y la cabeza escondida, todo lo escondida que puedan). Pero un buen día el sol calentó un poco más, empezó a salir la hierba, los árboles echaron hojas y las flores despertaron (los niños y las niñas levantan la cabeza y se frotan los ojos). Unas nubes juguetonas, que pasaron por el cielo, vieron al sol y le preguntaron que por qué no se escondía detrás de ellas. Entonces el sol les contó que había llegado la primavera y a las plantas les hacía falta calor para crecer. Las nubes, que sabían que las plantas también necesitan agua, decidieron regarlas un poco. Se pusieron a bailar y cayó agua sobre el parque. Las flores al sentir el agua se estiraron un poco y salieron de la tierra (los niños y las niñas se ponen de rodillas y estiran los brazos). Cuando el jardinero, que cuidaba el parque, vio que habían nacido las flores, todos los días las regaba y el sol siguió calentando. Así, las flores se pusieron grandes y abrieron sus pétalos (los niños y las niñas se ponen de pie y se estiran todo lo que pueden). El parque estaba ya alegre.

sábado, 21 de abril de 2012

Bendito balón

Normalmente en clase de Educación Física jugamos poco o muy poco al futbol, organizamos otros juegos menos frecuentes que persiguen  objetivos  diferentes.  También a veces ocurre que los maestros renegamos del balón y del futbol. Sin embargo en los recreos los niños y también las niñas , aunque en menor proporción,  optan por jugar al futbol, por pasar el tiempo con el dichoso balón. 

Es increible el juego que da un simple balón, un objeto tan sencillo,  hace que todos, bueno no, la mayoría se reúnan en torno a él y sea el centro de atención,  con lo dificil que resulta que nuestros hijos , nuestros alumnos, nuestros amigos,  presten atención a nuestras palabras durante unos minutos y sin embargo con él se pueden pasar horas enteras jugando sin apenas descanso. 

En torno a él, se hacen equipos , se organizan los jugadores, unos adelante, otros por medio, uno en la portería... Incluso se nombra a alguien que será quien dirija y organice y que plantee estrategias y posiciones para jugar de forma eficaz, para ganar que se llama,  pasar al de al lado, defender de forma ordenada, abrir las bandas, centrar al punto de penalti, jugar sin balón, parece increible, pero tambien es importante, jugar sin balón, realizar buenos lanzamientos. .. 

Por el balón se pelea, se lucha, se arriesga, se defiende, se ataca, se abrazan, se saludan, se felicitan... 

Al balón se golpea, se lanza, se pasa, de dispara... y todo lo permite, sin quejas, sin reproches, sin malas caras. Con más o menos normas, depende del juego, podemos disfrutar con él en grupo, por parejas, de forma individual. Podemos golpearlo con dureza contra un sólido muro de hormigon,  mandarlo todo lo lejos que puedan nuestras fuerzas, incluso hasta que desaparezca de nuestra vista, podemos tambien pasarlo de unos a otros con precisión, hacer malabares con él haciendolo pasar de una pierna a otra, al pecho, a la cabeza,dar un toque, dos, dieciocho, sin que toque el suelo...

No es nada exigente, se adapta a todo, dias de frio, de lluvia, de viento , de calor intenso, espacios abiertos, cerrados, con publico, sin él... Es capaz de rodar,  botar, incluso volar , en superficies delicadas como puede ser un cuidado campo de hierba , en la arena de la playa, o en cualquier calle o plaza asfaltada o  empedrada. Se adapta a todas las edades, desde los más pequeños que casi no atinan a darle, hasta llegar a los profesionales que saben como tratarlo para sacarle el máximo partido. Tampoco entiende de idiomas, de colores, de clases sociales, es internacional.
Es curioso pero hay muchos que además  disfrutan viéndolo, sin estar en contacto con él, en directo o por la televisión, incluso algunos  imaginan sus movimientos escuchando a alguien que retrasmite el juego por la radio. Abandonan cualquier otra actividad por importante que parezca para seguir las idas y venidas del balón. 

Por si fuera poco no necesita manual de instrucciones, ni pilas, ni baterias, ocupa poco espacio, y en general son baratos, muy baratos si pensamos el dinero que cuesta, los hay hasta de sesenta céntimos , y las horas de juego que dan.
  
NO podemos renegar de él. Son muchos los momentos en los que nos ha acompañado, y  que nos ha permitido multitud de sentimientos y emociones. Cuando acaba el recreo y pedimos que recojan el balón, qué trabajito les cuesta abandonar el juego y dejar descansar el balón. ¡Ojalá cuando llegué la hora del cambio de clase, mis alumnos me dijeran practicamente al unisono, no Juan, no te vayas, dejanos estar contigo unos minutos más.